Disfunción eréctil
Disfunción eréctil
- 26 junio 2020
- Publicado por: Indra Velázquez
A veces cuando los hombres están estresados, ansiosos o preocupados, puede tener problemas para mantener una erección. Esto es normal y pudiera pasar varias veces a lo largo de la vida, ya que a veces nuestras emociones pueden hacer que nos cueste más trabajo relajarnos y disfrutar del sexo. Sin embargo, hay hombres que pueden tener este problema por un largo periodo de tiempo, por lo que será adecuado que busque ayuda médica o psicológica.
Se le llama disfunción erectil o impotencia sexual, a un trastorno donde al hombre se le dificulta tener o mantener erecciones, por lo que no puede tener relaciones sexuales satisfactorias. La disfunción erectil puede surgir por diversas causas:
- Enfermedades: Hay enfermedades o condiciones médicas que pueden afectar la circulación de sangre o las señales neurológicas del hombre de alguna forma. Entre ellas están las enfermedades cardicas, la diabetes, la obesidad, hipertención y las lesiones en la médula espinal.
- Factores emocionales. Hay casos en los que las emociones del hombre pueden estar afectadas de una manera más grave y por largos periodos de tiempo. El estres, los problemas de ansiedad, la depresión, la baja autoestima o las preocupaciones constantes, pueden interferir negativamente en su deseo y excitación sexual.
- Consumo de sustancas o medicamentos: Los malos hábitos como el fumar o tomar alcohol de manera excesiva, o el consumir ciertos medicamentos también pueden hacer que se presente este trastorno mientras se siga con el mal hábito o con el consumo del medicamento.
Socialmente es un tema con mucha estigmatización, se cree que el hombre que no puede tener una erección “está fallando”, se suele hacer burla sobre ello o menospreciar a la persona, lo que lleva a que se tarde en comprender que es un problema de salud, ya sea físico o emocinal, y que debe de ser atendido por un profesional. En su mayoría, estos casos son totalmente tratables, solo se debe de determinar cuál es el factor que lo produce para recibir el tratamiento o indicaciones adecuadas.